La Salsa Alfredo, un ícono de la cocina italiana, encuentra sus raíces en las calles de Roma. Su historia se remonta a principios del siglo XX, cuando el chef Alfredo Di Lelio creó esta receta para conquistar el apetito de su esposa, quien enfrentaba problemas de pérdida de apetito durante el embarazo. Inspirado por el amor y la necesidad de ofrecerle algo especial, Alfredo fusionó mantequilla, crema de leche y queso parmesano para dar vida a una salsa extraordinaria.
El plato, inicialmente conocido como "fettuccine al triplo burro" (fetuccini con triple mantequilla), se ganó la admiración de clientes y personalidades de Hollywood que visitaban el restaurante de Alfredo. Su fama trascendió las fronteras de Italia, consolidando la Salsa Alfredo como un tesoro culinario de renombre mundial.
La receta, inalterada en su esencia, ha perdurado a lo largo de las generaciones. La cremosidad de la Salsa Alfredo encarna la delicadeza y simplicidad italianas, convirtiéndola en una opción atemporal para acompañar diversos tipos de pasta. Esta deliciosa amalgama de ingredientes básicos es un recordatorio de que a veces, la grandeza culinaria nace de la pureza y el amor por la cocina.